sus ojos son un abismo ante el cual me gusta precipitarme.
la adrenalina que me provoca esa exploración cesa al morir el silencio.
los momentos "mágicos" duran entonces lo que dura un verso alejandrino.
el resto de la existencia es meramente prosaica.
domingo, 19 de febrero de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario